HOY NO ES HOY
"Puedo escribir los versos más tristes esta noche " decía el poeta chileno Pablo Neruda y siempre es una gran tentación bajar la guardia pero, compañeros, hoy no será posible.
Saben por qué? Simple, porque hoy no es hoy. Es decir, no hay presente. La liquidez del enemigo arrasa con todo. Destruye la historia, ni siquiera la reescribe a su antojo, la hace añicos a puro meme. Se ríe del futuro prometiendo apocalipsis y al presente lo amenaza con dinamita y motosierra.
Por eso, no queda ningún ahora en pie. Hace semanas que lo sabemos. Las condiciones han cambiado radicalmente (perdón por el exabrupto). Esto nos empuja a resistir. Todos vamos a tener que hacerlo.
Estimados, la cosa ha dejado de ser electiva y ha pasado a ser vital. No se puede mirar para otro lado porque el ahora compromete el todo. Esta en juego la plaza, la escuela, la paz, el horno, la biblia y el calefón. Miren, hasta la cama y el pedazo de tierra donde terminar están en juego.
El enemigo ha vencido a dirigentes pero nunca podrá hacer lo mismo con el pueblo y es allí donde aparece su eterna derrota porque ese corpus invencible por principio básico de Nación (ni siquiera hablo de Estado) generará nuevos dirigentes, y como tiene esa capacidad extraordinaria de agrandarse, amalgamarse y cristalizarse sin limite alguno dejará al enemigo con un mísero sable sin remache en su mano criminal.
Por eso, no dude en prepararse para la guerra aunque no la hubiera.
Levante a los que pelean a su lado y permita ser levantado cuando le toque caer.
No deje de vivir cada día como si fuera el último. No se olvide de decir: " Te amo o te quiero" a quien corresponda, cada vez que le nazca de las tripas.
Olvídese de la culpa, viva.
Oblíguese a cantar, a reír, a soñar todos los días.
Baile aunque le falten las piernas.
Sea amoroso con los que reconozcan su error y sírvase no perder de vista al enemigo las 24 horas del día.
No se entregue nunca. Del otro lado no hay moral. No razone con el enemigo. Su odio es, precisamente, irracional.
No baje las banderas aunque le apunten con todo el arsenal. Igual le van a tirar.
Ría, siempre. Obliguese a ser feliz. Pueden estar mirándolo en todo momento, y recuerde que la felicidad, a ellos, siempre se les niega. Esa es nuestra eterna victoria. Refriéguesela en sus caras.
Tenga siempre una marcha, un Viva Perón y dos dedos listos para la victoria. Úselos sin miedo cada vez que sea necesario. No dude. Sienta en su piel el acto liberador.
La vida nos puso en este punto en que debemos resistir para existir. No se preocupe tanto y recuerde que peor es ser un gorila apátrida.
Diga conmigo: "30 mil compañeros detenidos desaparecidos. Presentes! Ahora y siempre!"
Si lo dijo, acá tiene un hermano. Es decir, un compañero. Cuídese y cuídeme. Que así sea.
EDUARDO TORRE
Comentarios
Publicar un comentario