1° DE MAYO

 Hoy, 1° de mayo, me gustaría contarles algo. Siempre se habla de "la cultura del trabajo", como algo que se aprende y se enseña de generación en generación. En eso tuve dos grandes maestros, Alfredo y Chela.

Hoy quiero homenajear a mí mamá: la Chela de Barracas.

Ella aprendió a caminar y a trabajar casi al mismo tiempo. Cuando era muy chica sacaba a pastar las vacas en su aldea gallega. 

A los 13, ya estaba laburando en una panadería de Mataderos (obviamente jornada completa, no la que debía ser por ley).

Un día, me contó que cuando cobró su primer sueldo salió corriendo a la juguetería del barrio a comprarle una muñeca a su hermana menor..."No quería que mí hermana pasará toda su infancia, sin tener un juguete. Eso no le hace bien a un chico".  Eso me dijo casi 50 años después, con la misma luz en los ojos con que encandilan los inocentes.

Desde esa casi bebé dando vueltas por el campo a hoy, Chelita, jamás dejó de trabajar un sólo día. 

Además, está próxima a terminar el secundario, y ese día, en Barracas, va a haber una gran fiesta porque exactamente en ese punto, la vida le habrá devuelto a mí vieja, algo de todo lo que le negó por orígen.

Feliz día del trabajador, Mamá, y nunca te olvides que por vos, por tu ejemplo y por todo lo que te quiero; me hice peronista...


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