CANTAR SIEMPRE
Hoy me hicieron una entrevista para un programa de Ciudad Magazine que pronto saldrá a la luz. Eran cuatro pibes que tendrían entre 30 y 40 años. No eran tipos que sabían de tango y eso hizo que la charla se desarrollará por carriles inesperados.
Siempre hay un disparador que podría ser: Qué es para vos el tango? Y ahí uno puede hablar del barrio, de la vieja, del café y la barra. Algunos, más pendientes del costado arquitectónico pueden tirar la parra, el Malvón, las glicinas.
Los más pasionales ponerse a contar sus desventuras amorosas o la vecina, la fulana...
En fin, más o menos, nos junamos todos, no?
Pero hubo una pregunta que me dejó pensando. Me hizo click en el momento: Cuándo empezaste a cantar?? Quedé arando cinco segundos y grité: Desde antes de hablar!!
Ese nudo resuelve todo lo que viene después.
Alguien puede decir que canta desde que se para frente al público o cobra una entrada?
Los que tenemos la suerte de subir a un escenario sabemos que la historia viene con uno. Qué aprendimos hablar cantando y que nos costaba más aprendernos las poesías que las canciones. Que cada vez que íbamos a la calesita, le pedíamos tal canción al hombre del mate de madera...
Que cuando tuvimos un hijo, lo primero que hicimos fue un gran arrorró para que se duerma.
Y la cancha y las canciones. Y los caminos compartidos a pura música.
Desde cuándo cantamos, amigos?
Desde que decidimos pelearle mano a mano a la soledad, al dolor y a la muerte?
Desde que supimos que amar llevaba música y alguien tenía que hacerse cargo de poner la voz?
Así fue la cosa. Como si me hubieran preguntado desde cuando respiro....
EDUARDO TORRE
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