MARADOOOO
La primera vez que vi jugar a Maradona fue en el viejo gasómetro. River vs Argentinos jrs.
No recuerdo el año, sería por el '79.
Tengo algunos recuerdos de ese día. Mis viejos en su Estanciera roja y blanca, nos llevaron a comer pizza. Estamos hablando de una edad en que a las pizzerías las llamás así. No como cuando crecès y las empezás a llamar Guerrín, Banchero o Los Campeones. En definitiva, la responsabilidad de elegir, todavía, no pesa sobre tus hombros.
Terminamos de comer y mí viejo dijo: Quieren ir a la cancha?
Años después entendería que lo que me provocaba esa propuesta en el organismo, casi un orgasmo.
Y salimos para avenida La Plata. Éramos cuatro: mis viejos, mí amigo Javier, a quien perdí de vista a los 9 años para siempre, y yo.
Ir a la cancha de noche representaba un problema para alguien acostumbrado a oír los partidos, no a verlos. Algo entendible hace 40 años...Hoy, seguro que no.
Fui a ver cómo mí equipo de héroes (Fillol, Passarella, Luque, Ortiz, P. Gonzalez) se comía crudo a un grupito de pibes de La Paternal.
Ese Día, jugaban mis monstruos sagrados (muchos de ellos venían de ser campeón del mundo en el 78) y, para mí, era paliza asegurada.
Empezamos perdiendo 1 a 0, luego empataría El Gran Capitán y pensé, ya está. Ahora sí, los pasamos por arriba. Claro, para eso había que tener la pelota y existía una dificultad, la tenía siempre en los pies, el 10 de rulos de ellos.
Si, acertaron. Nos embocan el segundo y el partido termina así 1-2, solo porque Dios así lo quiso. Pudo ser mucho peor.
Les juro que el 10 de rulos, sólo, nos ganó el partido y con baile.
Mí viejo que era hincha de Boca, me miró al salir de la cancha y me dijo: Maradona los bailo lindo, eh!! Hacete de Boca!!!
Ahí, uni por primera vez ese apellido con la número 10. Me enteré que era un pibe que tenía menos de 20 años y que había debutado a los 16 años.
Me puse a contar con los dedos de las manos para ver cuántos años me faltaban para llegar a los 16 años y poder consumar, por fin, me venganza.
Soñaba tener el manto sagrado con la diez heredada del Beto y allí, enseñarle a ese pibe de rulos, quien manda.
Y bueno, quién no quiso ser más que Dios alguna vez?
Esa noche soñé que lo dábamos vuelta con dos golazos míos. El segundo, de cabeza ganando en el aire con mí metro veinte de aquellos años...
Un par de años después, Maradona, ganaba en el aire ante la salida de Shilton, casi, como en mis sueños.
Y es que todo lo que soñé de pibe, lo hizo él. Todo, menos uno que yo jamás pude siquiera imaginar, y mirá que el Negro Enrique me dio pases en el medio, che...
EDUARDO TORRE
Comentarios
Publicar un comentario