TOTO
Un humo negro viene del río. Tiene olor a azufre y tolueno. Se mete por los poros. Asfixia y envenena.
La serpiente pudre, erosiona, muerde y mata sin piedad. Sólo las narices altas disfrutan del paisaje.
Los arrabales son los primeros en caer. Se pierde el sentido del gusto, la fuerza y se adormece el cerebro. El catre se pega en la espalda y el tiempo se vuelve una goma chiclosa sin gusto que invita a morir.
La vida no vale nada; la muerte, menos.
La soledad, el aislamiento , el individualismo son las miserias apiladas por el humo en cada esquina.
El aire nubla los ojos y el pensamiento. La realidad ha dejado de existir. La esperanza es cosa del pasado. Sólo hay nubes que vienen del río.
Del otro lado del mundo, un miserable levanta el pedazo de vacío como un trofeo y los comensales piden un aplauso para el asador.
EDUARDO TORRE
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