Baigorri y la secta del fueye
"Venite a casa que tengo que hablar con vos", la voz de Julio sonaba extrañamente encriptada. Le pedí que me dijera algo pero no hubo caso. Linda piedra en el zapato, al monumento a la ansiedad; y agregó: "No hablés con nadie y cuando digo nadie es nadie, está?"
Le pregunte inocentemente: "Ni a Barci?"
"Miguel ya esta acá, Apurate"
Salí de Ramos Mejía a las corridas. Justo venía el 46 por Eva Perón (Por dónde si no van a venir las soluciones?) Bajé en la república de Barracas y encaré por Iriarte derecho para la casa de Locatelli.
Me abrió la puerta de calle, Corina, la compañera del hombre dueño del misterio.
"Qué hacés, Edu? Pasá. Te están esperando Los Infernales" ( Así nos llamamos con los muchachos.
-"Pasó algo, Cori?"
-"Ya te vas a enterar..."
A esa altura el Dr Cantarelli debía andar poniendo velas a mi presión arterial. Encaré por el zaguán rumbo a la sala. Ahí fue que Miguel chistó de arriba. Me gritó que subiera que la cosa era al aire libre.
-"Qué pasó, muchachos?", les pregunte totalmente extrañado
-"Sentate y tomate un Lotrial", desde las sombras, me aconsejó Luis Shinca.
-"Upa! Echá los fideos. Loco que onda? Me siento en una reunión de la logia Lautaro!!
-" No estuviste tan lejos..." se burló Luisito.
Julio se empezó a reír a carcajadas. A esa altura sentí que había abandonado todo análisis de la realidad imperante. Al darme vuelta veo una mesa de madera hecha con las patas de una Singer. y una lona gris cubriendo una especie de caja sobre la misma.
-"Y esto que es? Hicieron un Arsat??"
"Bingo!" Gritó Julito
"Corré la lona" tiró Miguel
Di tres pasos, me aferré y muy despacio como si fuera el telón de una casa de titeres, fui descorriendo hasta dejar caer el atípico velo al suelo. Casí no pude respirar frente al maravilloso espectáculo. Los miré a los tres y solo pude decir: "Es?"
Todos asintieron con la cabeza.
"La máquina de hacer llover de Baigorri Velar" sentenció Luis, quien ya la había dibujado cinco veces en tres minutos.
Me contaron que un sobrino del ingeniero se había negado a destruirla y la conservó en su casa hasta ayer. Él se enteró de la existencia de los infernales y quiso dejarnos la máquina para que nosotros la cuidemos del poder internacional. Es sabido que hace 50 años, los piratas, la buscan más que al petroleo.
"Fijate bien...girala", me dijo Locatelli con los ojos llenos de lágrimas..."
Le hice caso y comencé a dar vuelta la joya mécánica.
-"Qué Hijo de puta! Es un fueye!!"
-"Estimado, cantor, ha dado usted en la tecla."
"Claro!!! En las gotas de tu llanto!!!!"
Miguelito me agarró del hombro: "Manzi y Troilo"
"Pero entonces..." intenté una respuesta
-"Entonces, la secta del fueye..."
Julio me explicó lo que le había contado el sobrino del ingeniero. Troilo, Manzi, Perón y Baigorri sabían que la guerra final iba a ser por el agua. La sociedad secreta se dedicó a cuidar la máquina, los planos de fabricación y el secreto absoluto del destino del aparato. La joya estuvo guardada en un fueye desde el golpe del 55. El Tano siguió dando exhibiciones con un instrumental apócrifo hasta el día de su muerte. Ninguno de los miembros fue al entierro, en la Chacarita, para no despertar sospechas. Ese día se juntaron en la casa de Pichuco, y el Bandoneón mayor de Buenos Aires hizo llover hasta el hartazgo, ante el delirio de toda la cofradía.
"En la gota de lluvia que recogió una flor
En el temblor del ala que el vendaval golpeó"... que maravilla estos tipos
"El himno es de Cadícamo", me sacudió Barci.
"-Por la vuelta, entendés?", agregó Shinca
."..el mismo amor... la misma lluvia...
el mismo, el mismo loco afán..." canté en medio del delirio.
Luisito comiéndose una caja de lápices negros, a llanto tendido, me abrazó con desesperación diciendo: "Es el tango, Eduardo. Es el tango!!!!
No dije ni una sola palabra. Huí de la casa shockeado. Los infernales me dejaron salir "a chamuyar con la luna". Agarré por el medio del Boulevard, llegué a Vieytes y doblé para el Riachuelo. Cuando llegué al puente viejo miré para el lado de Avellaneda y me vino la imagen en blanco y negro, de los cabecitas cruzando para hacer el 17 glorioso y me pusé a llorar a pura carcajada.
"La guardaron en un fueye" repetía como un mantra. "Ahora van a ver HIJOS DE PUTA!!"
EDUARDO TORRE
Hermoso. Si hay algo con espíritu tanguero es la lluvia. Y ya que estamos me recordaste una obsesión que tengo: Hay un vals de Manzi que se llama Lluvia (Gota de lluvia es otro). Musicalizado por Pedro Maffia (https://www.todotango.com/musica/tema/248/Lluvia/) Pero jamás pude encontrar ninguna versión. Si conocés alguna avisame. Hasta ahora no la encontró nadie. Y eso que en las Peñas hay algunos muchachos que la saben lunga...
ResponderEliminar