Payaso mediático

 PAYASO MEDIATICO



-"Usted no entiende nada!!!" Siempre remataba así, Don Abraham, sus breves conversaciones.

Discutía, generalmente, de apuestas, deporte, , espectáculo, política y chuchis. 

Así es que, movido por sus pasiones, andaba pegando carteles en la frente de cuanto tipo intentara poner en duda sus apreciaciones. 

De todos sus adversarios el tucumano Luis era mi preferido. Tan porfiado como negro, con la cabeza llena de motas, no podía con su genio e intentaba discutir con él implacable patriarca: -"y usted que sabe?! La última carrera dijo que ganaba Tachuela Karamanos y entró último de catorce".

-"No insista, Morocho! No voy a discutir con usted. Sabe por qué? Porque usted no entiende nada!"

Y así podían pasarse horas con un remate repetido hasta el cansancio. Los parroquianos del bar, nos sentíamos como espectadores VIP de "No toca botón"; "Operación Ja ja" o el mismísimo "Polémica en el bar", más acorde con la escenografía imperante. 

A veces, pasaban horas sin cruzarse, entonces, alguno de nosotros motivábamos un poco la charla. Por no decir que prendíamos fuego la mesa para que nuestros dos feroces gallos de riña nos deleitarán con sabrosos contrapuntos sobre la capacidad goleadora de Morete; la última película de Favio o los resultados eleccionarios en Santiago del Estero.

Don Abraham gozaba del privilegio que le daba la edad. El hombre tenía todos los años que una persona podía tener y Luisito, la sumatoria de  inocencia y la guapeza del que tuvo que pelear desde la cuna para abrirse paso en la vida. Esa combinación era fatal, y entonces, el Nono, que estaba de vuelta de todo, se floreaba a sus anchas en cada combate verbal sabiendo que el remate final siempre lo iba a tener él, hasta el fin de los tiempos.

Esa comedia que me hacía descostillar de risa, la fui encontrando a lo largo de la vida con terribles variantes. Así fue que, en distintos momentos , me tocó ponerme la pilcha de Luisito.

Recuerdo algunos: "Si no te gusta, ahí tenés la puerta" o " yo no te pedí que pienses ". Y el inmejorable: "Usted no entiende nada!"

Entonces,  me hundía, indefectiblamente,  en el fangal inútil de hablar con quien no quiere, no le interesa y no tiene intención de escuchar porque lo único que pretende es vanagloriarse de una supuesta superioridad que cree poseer por derecho divino.

Hoy, que Don Abraham nos gobierna es natural que muchos Luisitos salgamos a torearlo con los tapones de punta. Preparamos datos, juicios, pilas de testimonios que dan fe que lo que decimos es categórico. Sin embargo,  frente a eso, millones de parroquianos, se ríen en las sombras y desde el fondo de la mesa, un tipo que nos desprecia, nos pone en la frente el cartel de quien no debate, no escucha y además,  nada le interesa más que él y su propio ombligo.

No se confundan, sin la gente que se ríe, no hay payaso que ocupe la centralidad. Un clown  siempre será solo eso.

Peligrosos son los que lo festejan. Apunten ahí. Ya van a ver como se acaba el chiste...

            Eduardo Torre 

Comentarios

Entradas populares